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viernes

LIBERTAD EN LA ADOLESCENCIA-TODO MUJER Y HOMBRE LATINO

TODO MUJER Y HOMBRE LATINO

LIBERTAD EN LA ADOLESCENCIA

Los tiempos cambian y el mundo es más peligroso, por ello los padres están al tanto de lo que pasa con sus hijos. Pero cuando llega la adolescencia surgen muchos conflictos entre ellos y sus progenitores, etapa en que los chicos pugnan por ser independientes, capaces de tomar sus propias decisiones; mientras que papá y mamá no saben si mantenerlos bajo su mirada protectora o darles mayor independencia.

En ocasiones los padres dan mucha libertad a sus hijos con la idea que eso ayudará a fortalecer su relación; o por el contrario, se muestran muy restrictivos porque de esa forma dan la imagen que ellos son la autoridad. Al respecto, los psicólogos recomiendan buscar un equilibrio entre ambas posturas.
Los especialistas aconsejan dejar a los hijos tomar sus propias decisiones, pero de forma paulatina. Además, no se debe olvidar que la mejor enseñanza es el ejemplo, los padres tienen que actuar como desean que sus hijos lo hagan.

lunes

Suicidio y depresión unidos en la adolescencia - Adolescencia - Todo para Mujeres

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Suicidio y depresión unidos en la adolescencia


Más de un cuarto de la juventud llega a pensar en el suicidio para acabar con una situación depresiva. La depresión es una enfermedad que se está extendiendo, año a año, entre los adolescentes de todo el mundo. La depresión no afecta sólo a los adultos. Según un estudio reciente, los jóvenes también se deprimen. De hecho, les puede afectar tanto, que uno de cada cuatro adolescentes piensa en el suicidio como última medida para acabar con su sufrimiento.

Las cifras oficiales indican que el 2% de los niños necesitan apoyo y ayuda en sus depresiones, que suelen producirse durante la pubertad. Sin embargo, se ha realizado un estudio con 100 adolescentes que concluye que el porcentaje puede ser mucho mayor.

“Los padres y los profesores no pueden ignorar por más tiempo esta enfermedad mortal que afecta a niños y jóvenes”, alertó un portavoz de la Depression Alliance.

El nuevo estudio revela que el 28% de los adolescentes ha pensado alguna vez en suicidarse; mientras el 24% conoce a alguien que lo ha intentado, y el 18% conoce a alguien que finalmente se suicidó.

La depresión, que es considerada como un signo de debilidad para el 1% de los entrevistados, “tiene tratamiento y es importante que los jóvenes o sus padres busquen ayuda profesional”, comentó Marjorie Wallace, jefa ejecutiva de SANE, una organización de salud mental.

Fiona Elliott, de 23 años, tuvo una depresión grave cuando era adolescente. Fiona llegaba a casa y se iba a dormir, en vez de salir con sus amigos a divertirse un poco. Al principio, los médicos le dijeron que tenía un desorden del sueño, y tuvo que esperar a los 21 años para que le diagnosticaran y trataran su enfermedad.

“Mis padres tuvieron que sacarme de la universidad porque comencé a cortarme las manos y los brazos”, dice Fiona. Ahora, Fiona se está recuperando con la ayuda de antidepresivos. “Me encuentro mucho mejor. Ahora tengo una vida normal, mientras que antes era muy irracional.”

La depresión es un trastorno difícil de diagnosticar, ya que algunas veces se puede confundir con el estrés. Por eso, los padres deben estar atentos al comportamiento de sus hijos, para cortar la enfermedad cuanto antes.

Depresión en adolescentes: una enfermedad en aumento - Adolescencia - Todo para Mujeres

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Depresión en adolescentes: una enfermedad en aumento

Un mal que padecen muchas personas y que en la mayoría de los casos impide continuar con la vida y las actividades cotidianas.
El término “depresión” se utiliza en la jerga común para describir estados de tristeza o mal estar, “estoy deprimido porque no me dejan salir” o “estoy deprimida porque me fue mal en el examen de matemática”, son frases que se pueden escuchar continuamente. Sin embargo la depresión es algo bastante más serio, es una enfermedad que padecen muchas personas y que en la mayoría de los casos impide continuar con la vida y las actividades cotidianas.

“Una gran tristeza, la falta de ganas para emprender cosas nuevas, para seguir cosas que ya estábamos haciendo y que nos gustaban, el desinterés hacia todo, la desesperanza, las alteraciones en el sueño, el desgano; todos estos son síntomas de depresión” explica la doctora Yoanna Paulisis, coordinadora del área de psiquiatría de la Fundación “La Casita”. Pero no basta con que estos signos aparezcan de forma aislada, la Doctora aclara que “para saber que estamos frente a una depresión los síntomas tienen que persistir por lo menos durante dos semanas. Además los estímulos externos no consiguen cambiar el estado de ánimo ni generar ningún cambio en el paciente”.

Si bien esta enfermedad puede aparecer en cualquier etapa del ciclo vital, hay algunas características que son propias de los adolescentes que la padecen y son importantes tener en cuenta para detectarlas, entre ellas: la irritabilidad, la gran apatía, el retraimiento social. “Esa cosa de no, no tengo ganas de salir, mejor me quedo, el aburrimiento, el ya no me interesa. El ánimo disfórico, que en el adolescente no aparece como llanto permanente pero si con mucha agresividad, gritos, insultos y faltas de respeto. Todos estos síntomas son menos marcados en los adultos” nos explica Yoanna Paulisis.

También el apetito es un indicador: en la adolescencia es muy frecuente la disminución del hambre. Puede aparecer una anorexia, no como trastorno, si no como síntoma y por eso la disminución de peso. La falta de concentración es otro signo habitual. Chicos que solían ser excelentes alumnos empiecen a tener problemas en el colegio, a fallar en los exámenes y a partir de este tipo de frustraciones el retraimiento se hace mayor. Por eso es muy importante que la escuela esté atenta al desenvolvimiento de los alumnos y colabore en el tratamiento.

La adolescencia es una etapa de grandes cambios físicos y emocionales, cada persona reacciona de distinta manera ante las decisiones y problemas que hay que enfrentar día a día. Ante un mismo hecho alguien puede estar triste un tiempo y otro puede deprimirse con todos los síntomas. Esto tiene que ver con la vulnerabilidad de cada uno. Como todos somos distintos, la magnitud de la depresión también puede ser de distinta. Para clasificarlas las dividimos en tres: las leves, las moderadas y las severas, cada una necesita un tratamiento distinto.

Una persona con una depresión leve debe hacer una psicoterapia cognitivo-conductual o sistémica, que “en general funcionan muy bien”. Ahora bien, Cuando los síntomas se tornan más intensos y hay una gran disfuncionalidad en la vida cotidiana, en el colegio, en el apetito y en el sueño, la depresión ya tiene que ver con lo biológico y no solamente con una cuestión situacional. En estos casos es necesario recurrir a un psiquiatra quién recetará una medicación apropiada “La depresión es generada por un desequilibrio a nivel de ciertos neurotransmisores, lo que hacen los antidepresivos es reorganizar este desequilibrio hasta que se estabiliza. Se necesita por lo menos 8 meses. Siempre la medicación se acompaña de un trabajo psicoterapéutico, sola no va a resolver el problema” explica la psiquiatra Yoanna Paulisis.

La familia, el colegio y los amigos deben cumplir un papel de absoluto sostén y lo más importante es que acompañen, que entiendan y no presionen. Como enfatiza la psiquiatra: “La depresión no es una cuestión de voluntad. Hay que bajar expectativas con respecto a lo que puede hacer un chico o una chica que padece esta enfermedad, y si es necesario que pierda el curso o se lleve materias hay que entenderlo.”