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Trucos para Eliminar Células Muertas - Belleza - Todo Mujer y Hombre Latino


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Trucos para Eliminar Células Muertas

Una mascarilla de esta verdura machacada aplicada directamente sobre la piel, ayuda a rehidratarla y a eliminar las células muertas. Además, esta hortaliza contiene las vitaminas que ayudan a tu cutis a mantener la elasticidad y a regenerarse.

Trucos para tener los Codos Siempre Tersos - Belleza - Todo Mujer y Hombre Latino


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Trucos para tener los Codos Siempre Tersos

Si tienes los codos, ásperos, frótatelos en la ducha con un poco de limón e hidrátalos después con mucha crema. Si siguen rugosos o endurecidos, masajéalos con el cepillo de las uñas y ponte cada dia unas gotas de aceite para bebés.

Dulces Sueños - Belleza - Todo Mujer y Hombre Latino


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Dulces Sueños

Dormir es el mejor tratamiento para tener la piel joven y radiante. Durante el día, debe defenderse de las agresiones ambientales, pero al llegar la noche activa sus mecanismo de regeneración y reparación celular. Es entonces cuando desarrolla su máxima actividad para reponer las sustancias vitales y garantizar el óptimo funcionamiento de las células.

Hacia las tres de la madrugada, la síntesis de colágeno y elastina alcanza su punto culminante. Esto permite más permeabilidad de las membranas, lo que favorece el incremento de los intercambios celulares y activa la microcirculación y el drenaje para eliminar las toxinas. Pero este proceso se ralentiza según cumplimos años. Y, si no dormimos lo necesario, nuestra piel estará más fatigada y sus mecanismos de protección, mermados, por lo que requerirá más reparación para no envejecer rápidamente.

domingo

Hipotiroidismo - Enfermedades - Todo Mujer y Hombre Latino

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Hipotiroidismo

¿Qué es?

Es el cuadro clínico que se deriva de una reducida actividad de la glándula tiroides. Las hormonas tiroideas (T4 y T3), cuya síntesis está regulada por la TSH secretada en la hipófisis, tienen como misión fundamental regular las reacciones metabólicas del organismo. Cuando las hormonas tiroideas disminuyen, como ocurre en el hipotiroidismo, la secreción de TSH aumenta en un intento de conseguir que el tiroides trabaje al máximo para recuperar el nivel normal de hormonas tiroideas, situación que no consigue cuando el hipotiroidismo se encuentra establecido. El concurso de las hormonas tiroideas es fundamental para que se lleven a cabo la mayoría de funciones del organismo. En consecuencia el hipotiroidismo se caracteriza por una disminución global de la actividad orgánica que afecta a funciones metabólicas, neuronales, cardiocirculatorias, digestivas, etc...

¿Cuáles son sus causas?

La causa más frecuente de hipotiroidismo es la tiroiditis de Hashimoto que da lugar a una destrucción progresiva del tiroides como consecuencia de fenómenos de autoinmunidad. Es como si el organismo no reconociera al tiroides como propio, por lo que procede a su destrucción por medio de anticuerpos que produce el sistema inmune. Esta condición es especialmente frecuente en el sexo femenino a partir de los 40 años, aunque puede darse en otras edades y en los varones.
Las intervenciones quirúrgicas del tiroides por nódulos, hipertiroidismo o por carcinoma de tiroides pueden ser igualmente causa de hipotiroidismo. En estos casos no existe mecanismo autoinmune, sino que es la extirpación del tejido glandular lo que conduce a una secreción insuficiente de hormonas tiroideas a la sangre. Del mismo modo, la administración de yodo radioactivo como tratamiento del hipertiroidismo o del cáncer de tiroides es igualmente causante de hipotiroidismo.

Es menos frecuente el hipotiroidismo causado por defectos enzimáticos, con frecuencia de carácter hereditario, que comprometen la síntesis de hormonas tiroideas. Los defectos del desarrollo de la glándula pueden producir hipotiroidismo congénito que es preciso detectar en el recién nacido. La toma de medicamentos antitiroideos como carbimazol, metimazol o propiltiouracilo, de fármacos muy ricos en yodo como el antiarrítmico amiodarona o de jarabes mucolíticos puede paralizar la síntesis de hormonas tiroideas y/o generar anticuerpos antitiroideos provocando en último término hipotiroidismo.

El tratamiento con litio, que se emplea en la psicosis maníaco-depresiva bloquea la salida de hormonas del tiroides y también es causa de hipotiroidismo. Los defectos enzimáticos pueden cursar con aumento del tamaño de la glándula, lo que se conoce con el nombre de bocio. Son más raros los hipotiroidismos llamados secundarios, que están producidos por falta de secreción de TSH por la hipófisis. En estos casos la glándula tiroides está intacta, pero falta su hormona estimuladora, lo que hace que no funcione, dando lugar a una disminución de hormonas tiroideas en la sangre. En estos casos nunca aparece bocio.


¿Cuáles son sus síntomas?


La instauración es habitualmente lenta y progresiva. Los síntomas se relacionan con una disminución en la actividad funcional de todos los sistemas del organismo. Los más clásicos son cansancio, intolerancia al frío (carácter muy friolero), apatía e indiferencia, depresión, disminución de memoria y de la capacidad de concentración mental, piel seca, cabello seco y quebradizo, fragilidad de uñas, palidez de piel, aumento de peso, estreñimiento pertinaz y somnolencia excesiva. En situaciones extremas puede evolucionar hacia la insuficiencia cardiaca, la hinchazón generalizada (mixedema), insuficiencia respiratoria y abocar al coma mixedematoso con pérdida de conocimiento que conlleva un alto grado de mortalidad.

¿Quién puede padecerlo?

Al igual que el resto de enfermedades del tiroides, el hipotiroidismo es más frecuente en el sexo femenino. Es a partir de los 40-50 años cuando las mujeres tienden a desarrollar con más frecuencia hipotiroidismo de causa autoinmune (tiroiditis de Hashimoto). El periodo postparto es igualmente propenso a la aparición de este problema. La cirugía de tiroides y la aplicación de yodo radioactivo representan situaciones de riesgo para el desarrollo de hipotiroidismo, lo que obliga a controlar evolutivamente la función tiroidea en estos casos.Los recién nacidos de madres hipertiroideas, hayan recibido o no tratamiento antitiroideo durante la gestación, deben ser evaluados en este sentido. Las personas en las que se detectan anticuerpos antitiroideos (antimicrosomales, antitiroglobulina) tienden a desarrollar con el tiempo alteraciones de la función tiroidea, por lo que deben ser evaluados crónicamente de forma periódica.

¿Cómo se diagnostica?


La determinación de TSH es el parámetro más sensible para el diagnóstico del hipotiroidismo. Su elevación es indicativa de que la función del tiroides es insuficiente. Este fenómeno se produce antes de que comiencen a descender en la sangre las concentraciones de hormonas tiroideas. Generalmente, en el hipotiroidismo establecido, además de la elevación de TSH, se produce un descenso de T4. El nivel de T3 con frecuencia se encuentra dentro de la normalidad. Así pues, cuando aparecen síntomas sugestivos, el médico solicitará una determinación de TSH que es el mejor método para descartar que exista hipotiroidismo. Puede acompañarse de una determinación de T4 y de anticuerpos antitiroideos si se desea conocer si la causa se debe a fenómenos de autoinmunidad. En los casos de hipotiroidismo secundario debido a disminución de la secreción de TSH por parte de la hipófisis, el diagnóstico se basa en confirmar concentraciones disminuidas de T4 y TSH en la sangre. Cuando la elevación de TSH se acompaña de niveles normales de T4 la condición es conocida con el nombre de hipotiroidismo subclínico. Si existe bocio puede ser conveniente realizar una ecografía tiroidea. Cuando existe sospecha de alteraciones en el desarrollo de la glándula o de deficiencia enzimática, puede ser útil obtener una gammagrafía tiroidea. Si se confirma un diagnóstico de hipotiroidismo de causa autoinmune, es habitual evaluar la asociación de alteraciones en otras glándulas como las suprarrenales, paratiroides o gónadas.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento del hipotiroidismo consiste en la reposición de la producción de la glándula tiroides. La forma más estable y eficaz de conseguirlo es administrar tiroxina (T4), pues posee una vida prolongada y en el organismo se transforma en parte en T3 con lo que no es necesario reemplazar esta última hormona. Existen preparaciones comerciales que contienen 50 o 100 microgramos por comprimido (Levothroid®, Dexnon®, Tiroxina Leo®).

La dosis se administra por vía oral una vez al día en ayunas. Una vez establecida la dosis adecuada por el médico, los controles que permiten el ajuste se basan en la evaluación clínica y la determinación de T4 y TSH. Salvo contadas excepciones, el hipotiroidismo primario establecido es una condición crónica, lo que obliga a tomar tratamiento de por vida. No obstante, con la dosis adecuada los pacientes hipotiroideos no poseen limitación alguna para sus actividades. El coma mixedematoso requiere tratamiento en Unidad de Cuidados Intensivos.

¿Cuál es el pronóstico?

Bajo el adecuado tratamiento sustitutivo, la calidad y expectativa de vida de los pacientes hipotiroideos no presenta restricción alguna.

Astenia Crónica - Enfermedades - Todo Mujer y Hombre Latino

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Astenia Crónica


¿Qué es?


La astenia es el término médico para el cansancio. El cansancio crónico se ha convertido en uno de los motivos de consulta más frecuentes en las consultas médicas. En la mayor parte de los casos es posible encontrar una causa, sea orgánica o psíquica, para la astenia, pero existe un amplio porcentaje de pacientes en los que no es posible identificar una causa específica. Para este grupo de pacientes se acuñó el término inglés "chronic fatigue syndrome", cuya traducción castellana es síndrome de fatiga crónica o de astenia crónica (SAC). El síndrome de astenia crónica se define por la existencia de cansancio de más de seis meses de evolución y que produce una reducción mayor del 50 por ciento en la capacidad para realizar las labores habituales.


¿Cuáles son sus causas?


No se conocen las causas de este síndrome. Las hipótesis más trabajadas relacionan su origen con infecciones virales crónicas, sobre todo las producidas por virus del grupo herpes (virus de Epstein-Barr y virus herpes humano tipo 6), pero no se ha podido demostrar con certeza esta posibilidad. Otras teorías, tampoco comprobadas, relacionan la aparición de esta enfermedad con alteraciones leves del sistema inmune o disfunción de las células musculares.

¿Cuáles son sus síntomas?


El síntoma cardinal es el cansancio, muy intenso, que no mejora con el descanso, y que produce una gran incapacidad para la vida laboral, social y de relación. Al cansancio sin causa y desmesurado se añaden otros síntomas menores, muy variables de unos enfermos a otros. Es frecuente tener algunas décimas de fiebre, sobre todo por las tardes. También se encuentran entre las quejas más habituales los dolores de cabeza, el dolor de garganta y los dolores musculares o debilidad. Otros síntomas incluyen la aparición de ganglios en el cuello, dificultad de concentración, alteraciones del sueño y otros muchos.


¿Quién puede padecerlo?


Esta enfermedad afecta fundamentalmente a personas previamente sanas y es más frecuente su aparición entre los 20 y los 50 años de edad, pero se han visto casos en pacientes de edad avanzada, y en la actualidad hay una gran controversia acerca de su posible existencia y la manera de definirla en los niños. Existe un claro predominio de mujeres afectadas.

¿Cómo se diagnostica?

El médico es quien, en la consulta, realiza el diagnóstico a partir de unos datos o criterios clínicos definidos, y una vez que ha descartado que existan otras causas para el cansancio del enfermo. No existen pruebas o análisis específicos que permitan confirmar el diagnóstico, aunque para descartar esas otras enfermedades causantes de cansancio puede ser preciso un amplio estudio de análisis o pruebas complementarias.

¿Cuál es el tratamiento?

Se han ensayado múltiples fármacos en el tratamiento del cansancio crónico, aunque la mayor parte de ellos sin resultados satisfactorios, excepto en casos aislados. De todos ellos, los mejores resultados se han obtenido con fármacos antidepresivos. Otro gran grupo terapéutico incluye a los estimulantes de la inmunidad y los antivirales. Los antiinflamatorios no esteroideos y los corticoides son eficaces en ocasiones en el control de los síntomas de la enfermedad, especialmente los dolores musculares y articulares, pero no influyen en la evolución a largo plazo de este síndrome.
La única medida con eficacia demostrada en el manejo de esta enfermedad es la aplicación de programas específicos e individualizados de ejercicio y acondicionamiento físico.

¿Cuál es el pronóstico de esta enfermedad?

Se trata de una enfermedad crónica, de muy larga evolución, aunque con una tendencia ligera a la mejoría espontánea. A pesar de ello, esta enfermedad condiciona un importante grado de incapacidad, y más de la mitad de los pacientes continuarán teniendo dificultades para continuar con su actividad habitual a los cinco años del comienzo de la enfermedad.

Artrosis - Enfermedades - Todo Mujer y Hombre Latino

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Artrosis

¿Qué es?

La osteoartritis o artrosis es una enfermedad degenerativa articular, caracterizada por la destrucción del cartílago hialino que recubre las superficies óseas. Lejos de ser un proceso estático, la artrosis se produce por un desequilibrio entre los mecanismos de regeneración y degeneración de dicho cartílago. Factores mecánicos y biológicos de diferente tipo, provocan una alteración del metabolismo del condrocito que determina la pérdida progresiva del cartílago hialino asociada a cambios del hueso subyacente (osteofitos y esclerosis subcondral), y de las estructuras periarticulares (derrame sinovial, laxitud ligamentaría y debilidad muscular).

¿A quién afecta?

Es la enfermedad articular más frecuente en la actualidad con una incidencia en aumento, dada su marcada asociación con la edad. Hoy en día en la población general española la prevalencia de artrosis del 24%. Por debajo de los 55 años, la afectación articular es similar en hombres y mujeres. Por encima de esta edad, la articulación más frecuentemente dañada es la cadera en los hombres y las articulaciones de las manos en las mujeres.

¿Por qué se produce?

No está claro si la artrosis es una única enfermedad o un espectro de patologías con unas manifestaciones clínicas y radiológicas similares. Así podemos clasificar la artrosis en dos grupos: primaria sin una causa definida y secundaria asociada a otras patologías (hemocromatosis, gota, diabetes mellitus, displasias óseas,...).

Sea o no conocida la causa última de la enfermedad, sí que podemos hablar de una serie de factores estrechamente ligados a su desarrollo:

-Factores sistémicos (confieren susceptibilidad generalizada)

* Sexo
* Edad
* Herencia
* Osteoporosis (estado hormonal)

-Factores locales (propias de cada articulación)

* Obesidad
* Inestabilidad articular (laxitud, deformidades)
* Traumatismos repetidos
* Sobrecarga articular (ocupacional...)

¿Cuáles son sus síntomas?

El síntoma fundamental es el dolor, de inicio insidioso, profundo y mal localizado, que típicamente aumenta con el movimiento y mejora con el reposo. Conforme avanza la enfermedad, el dolor se hace continuo y apareciendo hasta en reposo. En ocasiones también hay rigidez articular agravada después del reposo, e incapacidad funcional de la articulación afecta.

A la exploración física pueden observarse deformidades articulares, por aumento del componente óseo y capsular, y limitación de la movilidad con dolor a la presión, chasquidos y crepitación de la articulación. La radiología en las fases iniciales puede ser normal, aunque lo más típico es observar un estrechamiento de espacio articular asociado a esclerosis subcondral, aparición de osteofitos marginales (prominencias óseas), quistes y anormalidades del contorno óseo. No existen alteraciones de laboratorio específicas de la artrosis, ni marcador alguno que permita hacer un diagnóstico o seguimiento de la enfermedad.

¿Cuál es el tratamiento?

El manejo de la artrosis está centrado en el tratamiento de sus manifestaciones clínicas y, en menor grado en su prevención. El objetivo será aliviar el dolor y evitar al máximo la incapacidad funcional. Además debe individualizarse para cada paciente. Las terapias actualmente disponibles son:

1.- Tratamiento no farmacológico:

La fisioterapia juega un papel muy importante para mantener la fuerza muscular y la movilidad articular. Se debe planificar un programa de ejercicios para cada enfermo, complementado en los casos necesarios con electroterapia (onda corta) y termoterapia (calor local). Los aparatos ortopédicos pueden ser útiles en determinados momentos de la evolución de la enfermedad para permitir cierto reposos articular y evitar daños mayores como desviaciones, bloqueos o caídas.

2.- Tratamiento farmacológico:

Puesto que en la actualidad no existe ningún tratamiento que pueda modificar la evolución de la enfermedad, los medicamentos empleados serán aquellos para controlar el dolor que produce la enfermedad. Hoy en día se recomienda como primera opción, el paracetamol, con menos efectos secundarios que los AINES y similar eficacia. En caso de ser necesario el empleo de antiinflamatorios, se tiende a emplear los inhibidores de la COX-2 (celecoxib y rofecoxib). El dolor en articulaciones superficiales con artrosis (manos, rodillas), puede aliviarse con el empleo de analgésicos tópicos.

El sulfato de glucosamina y el condroitín sulfato estimulan la síntesis de matriz extracelular del cartílago y parece que ejercen un control moderado sobre el dolor articular, si bien los estudios realizados no muestran resultados totalmente definitivos.

Los corticoides intraarticulares pueden ser eficaces en casos puntuales.

3.- Cirugía:

Indicada en las fases tardías de la enfermedad cuando existe dolor refractario o importante trastorno funcional. Existen cuatro procedimientos quirúrgicos: la osteotomía (para corregir la distribución de cargas); la artroscopia (con lavado y desbridamiento intraarticular); la artrodesis (o fusión articular, útil en columna y pequeñas articulaciones); y la artroplastia o sustitución articular por una prótesis, muy útil en cadera y rodilla.